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Writer's pictureOrlando Gomez


El respetado economista, Héctor Giuliani Cury, ha afirmado en múltiples ocasiones por las redes sociales que cuando se trata sobre el tema de Haití la República Dominicana no ha abordado a la Comunidad Internacional con propuestas concretas sobre lo que se puede hacer, y en esto tiene toda la razón. Como país debemos dejar de abordar el tema de nuestro vecino frente al resto del mundo con abstractos y empezar a ser más puntuales sobre lo que deseamos que la Comunidad Internacional haga, y en esta ocasión propongo que hagamos justo eso aprovechando las coyunturas actuales.


En vista de la situación actual de los avances del crimen organizado y la lucha entre bandas criminales en Haití, la República Dominicana debería solicitar un embargo internacional de armas y municiones hacia territorio haitiano. Como país que comparte la isla con ellos, nuestro interés y preocupación sería legítimo puesto que la entrada de esas armas y municiones a Haití pueden tener repercusiones sobre la seguridad y la criminalidad en nuestro territorio.


Es importante tener en cuenta que esta propuesta ya fue planteada por China ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en julio, y que no fue apoyada por Estados Unidos, por lo que necesariamente tiene implicaciones geopolíticas que vamos a tener que navegar, a pesar de que nuestras preocupaciones sean válidas para nuestras políticas internas.


Dada la situación actual en el estrecho de Taiwán y la escalada de tensiones entre ambas potencias, lograr el respaldo de Estados Unidos a la propuesta de China de imponer un embargo de armas ligeras y municiones en Haití pudiera aportar para desescalar la situación. Si la propuesta vuelve a surgir pero como una iniciativa desde la República Dominicana expresamente, esto pudiera facilitar ese acuerdo entre ambas potencias.


La República Dominicana necesita tener más iniciativa y aportar ideas y soluciones más concretas a la comunidad internacional cuando hablamos de Haití. Insistir hasta el cansancio en que la “comunidad internacional debe hacerse responsable” o que “no hay solución dominicana al problema haitiano” francamente no dice o aporta absolutamente nada al problema concreto que estamos viviendo actualmente.


Es bastante evidente que la situación en Haití está escalando a un nivel peligroso el cual, de mantenerse inalterado, podría tener consecuencias negativas para la República Dominicana. Creer que ese problema va a tener una solución de índole migratorio es una fantasía, y es necesario que seamos proactivos en los foros internacionales para empezar a buscarle una solución.


Un embargo de armas ligeras y municiones en Haití no va a ser la solución definitiva, pero sería un buen primer paso. Si esa iniciativa sale desde la República Dominicana y es acogida por la comunidad internacional sería una victoria diplomática importante y una señal de que, finalmente, la voz de la República Dominicana, en cuanto a los problemas de Haití concierne, ya está siendo considerada.




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