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Writer's pictureOrlando Gomez


La semana pasada el anterior Presidente y actual candidato del Partido Republicano, Donald Trump, fue sujeto de un intento de asesinato en un rally en Pennsylvania. Por fortuna el Presidente 45 de los Estados Unidos sobrevivió sin heridas de importancia y se encuentra recuperado. En la democracia no hay espacio para la violencia, lo ocurrido es un hecho bochornoso e inaceptable, y espero que Estados Unidos tome todas las medidas necesarias para que cosas como estas no vuelvan a ocurrir, la seguridad de los candidatos debe ser garantizada, y más importante aún el lenguaje de campaña debe empezar a moderarse para nunca dar espacio o justificaciones a estos actos desquiciados.


Lamentablemente, este atentado va a movilizar una ola de simpatías alrededor de Trump que probablemente garantizan que este será electo nuevamente como Presidente de los Estados Unidos. Esto, por supuesto, es una muy mala noticia para Estados Unidos, pero en igual o mayor medida lo será para el resto del mundo, incluyendo a la República Dominicana y debemos empezar a prepararnos.


La ejecución de la política económica anunciada por Trump para los próximos años probablemente va a fortalecer la presión inflacionaria que hasta ahora había sido contenida por la FED de Jerome Powell. Más allá de la política fiscal y de comercio exterior prometida por el candidato republicano, que de por sí es altamente inflacionaria, Trump no está de acuerdo con la política monetaria de la FED y es probable que trabaje en minar su independencia hasta lograr flexibilizarla. Esto podría suponer una vuelta a los niveles de inflación del 2021 en Estados Unidos lo que permearía sobre toda la región que de por si ha estado tratando de contener sus propias presiones inflacionarias.


Lo anterior implica prepararnos para los efectos internos y externos de esa inflación que, en adición al alza de los precios de los bienes locales, se traducirán en un alto costo del crédito interno y externo en el mediano y largo plazo con el impacto que ello conlleva a nuestra economía. Esto en adición a lo que la inflación en Estados Unidos pueda producir sobre la capacidad de consumo de los estadounidenses lo que tenderá a impactar nuestro turismo y la recepción de remesas. 


Respecto de esta última, debemos prepararnos ante la posibilidad de que con un Congreso enteramente a su favor, Trump logre imponer un impuesto sobre las remesas, idea con la que ya había coqueteado al inicio de su primer mandato como forma de financiar el muro en la frontera con México. En el momento no es tan claro que tan alta entre sus prioridades se encuentre la idea de un impuesto a las remesas, pero este se alinearía con su plan fiscal para los próximos 4 años y con su mensaje político. Dada esas circunstancias es necesario que en República Dominicana estemos preparados ante esa contingencia y sus implicaciones a nuestra economía. 


La elección de Trump es altamente probable a partir de lo ocurrido la semana pasada, esto va a tener repercusiones importantes en la política interna y exterior de nuestro más importante socio comercial en el futuro previsible y es prudente que empecemos a prepararnos para esa contingencia desde ahora. Otros puntos de enfoque los estaré abordando en los siguientes artículos. 


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