El déficit del sector eléctrico es, sin lugar a dudas, el problema de mayor urgencia que debe ser atendido en la República Dominicana. Consumiendo más del 2% del PIB ese déficit representa por si solo el mayor reto fiscal del Estado dominicano, y lo que le hace peor es que no parecen existir soluciones viables de corto plazo. Reconozco que he realizado algunas propuestas un poco ambiciosas en este espacio en el pasado, pero esta enfocada en desenmarañar el problema del sector eléctrico puede que sobrepase a todas las anteriores, justo por la complejidad del problema que enfrentamos.
Aunque el problema de las empresas distribuidoras de electricidad se concentran en las pérdidas técnicas y financieras, no todo es igualmente malo o bueno dentro de ellas. Las EDEs mantienen una cartera importante de clientes buenos que pagan puntualmente sus facturas, y son el salvavidas financiero que evitan que el problema serio que tienen hoy en día se convierta en un problema catastrófico.
Partiendo de lo anterior entiendo que sería apropiado fusionar las tres EDEs en una sola compañía junto a la Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana (ETED). Esto concentraría los activos y deudas de las EDEs en una sola empresa, junto a los flujos de ETED, creando una empresa enorme de distribución y transmisión, que en ese momento sería enteramente una entidad estatal.
Una vez fusionadas esas 4 empresas en una gran empresa de distribución y transmisión, se debería escindir la cartera de mayores consumidores de distribución hacia una nueva empresa, la que podemos llamar la empresa de distribución “buena”. Esta empresa tenderá a estar en una buena posición financiera y sería lo suficientemente ligera como para atender con mayor diligencia a la demanda de los mayores consumidores de electricidad sin requerir inyecciones de dinero por parte del Estado dominicano. Para capitalizar y garantizar la sostenibilidad financiera a futuro de esa empresa de distribución “buena”, el Estado debería procurar emitir un 51% de sus acciones en el mercado de valores dominicano para que todos los dominicanos podamos invertir en ella y beneficiarnos de sus resultados.
Pero la creación de una EDE “buena” como resultado de la escisión de todo el sector, claramente nos dejaría con una EDE muy, muy mala que es en la que se alojaría todo lo que hoy representa el déficit eléctrico. Para mitigar lo terrible que sería la EDE mala, esta conservaría los activos de ETED y sobre la transmisión de energía en todo el territorio, lo que implicaría que la EDE “buena” deberá pagar el acceso de uso de esa red a la EDE “mala”. Esto garantizaría un flujo de dinero constante en la EDE “mala” que agregaría suficiente valor como para poder justificar el siguiente paso.
Una vez constituida la EDE “mala”, el Estado debe proceder a venderla o capitalizarla con el sector privado y que este asuma el control de la empresa con una promesa de interferir lo menos posible en la fijación de precios al consumidor final siempre que esta tenga un manejo razonable considerando su control cuasi-monopolístico. Esto debe venir acompañado de una agresiva liberalización del sector de generación para estimular una reducción drástica de los costos de generación de electricidad y reducir la necesidad de continuar subsidiando el consumo.
Sé que la idea es un poco ortodoxa, pero supongo que problemas extremos deben estar abiertos a soluciones extremas.
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