En los últimos años el Estado dominicano ha venido haciendo esfuerzos para democratizar las telecomunicaciones empleando a la Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana para instalar la fibra óptica necesaria para extender los servicios de banda ancha a zonas rurales. El Estado, para respaldar el esfuerzo y agregar redundancia, debería poner sus ojos en los nuevos servicios de internet satelital y darles el espacio en nuestro espectro radioeléctrico para acelerar el proceso.

El internet satelital es usualmente acusado de ser lento, poco confiable y costoso. En efecto, la mayoría de las soluciones de telecomunicación satelital se han venido haciendo con satélites enormes, parqueados en una órbita geoestacionaria a más de 35,000 kms de la superficie terrestre, lo que incide considerablemente en su velocidad y costo. Pero esto está cambiando dramáticamente.

Hoy ya hay operando al menos dos constelaciones de internet satelital en órbita terrestre baja (a 1,000 kms de la superficie o menos), con velocidades y a precios competitivos en relación a las soluciones de fibra óptica en zonas de baja densidad poblacional. En adición a las constelaciones Starlink y Oneweb, hay al menos dos constelaciones más anunciadas para los próximos años.

Permitir la operación de estas constelaciones en el territorio dominicano, en adición a no implicar costos para el Estado dominicano, no sólo brindaría una alternativa inmediata para internet de calidad en zonas rurales y turísticas, sino que para el Estado le crearía una redundancia operativa en caso de desastres naturales para un país que está en el medio de la ruta de huracanes del Atlántico.

Cuando el país se vea afectado por huracanes o terremotos, los servicios de emergencia del Estado no tendrían porqué depender enteramente de servicios que emplean cableado y que con certeza se verían afectados por desastres de esa naturaleza, sino que podría mantener sus comunicaciones activas empleando estos servicios satelitales. Esto también rendiría frutos para incendios forestales, comunes en nuestro país, permitiendo mantener la comunicación entre los equipos de rescate.

El uso de internet satelital con constelaciones en órbitas terrestres bajas tienen un atractivo adicional de que no requiere mucha infraestructura en el territorio para operar y disminuye los costos asociados al uso de suelos y derechos de propiedad que comúnmente plagan los proyectos de cableado.

Por supuesto, esto no se trata de la implementación de uno u otro, sino de la coexistencia de ambos para beneficio de los ciudadanos y del mismo Estado, en un mundo donde el acceso a estos servicios es crítico para las sociedades.